El río Shing Mun en Sha Tin, una ciudad en Hong Kong, ha luchado contra la contaminación por desechos plásticos durante años. Los desechos domésticos que no se reciclan adecuadamente terminarán en los vertederos o flotarán en el río. En 2018, se descubrió que casi 17 millones de artículos de plástico, o 40.000 artículos diarios, se drenaron al océano a través del río Shing Mun, siendo en su mayoría envases de alimentos, cubiertos y botellas de plástico. Esta gran cantidad de contaminación en el río y en el medio ambiente circundante, podría eventualmente poner en peligro el ecosistema natural de manera irreversible.
Inspirados por el concepto de "lo que se toma de la comunidad, debe ser devuelto a la comunidad", los arquitectos de HIR Studio comenzaron reciclando botellas de plástico recolectadas en la ciudad ribereña, procesándolas para convertirlas en nuevas bancas públicas. Luego, estas bancas se instalaron en el Ayuntamiento del distrito de Sha Tin, para el uso y disfrute de los peatones.
En colaboración con organizaciones comunitarias locales en Shatin, HIR Studio trabajó durante un período de dos meses recolectando plásticos domésticos que se desechaban durante los eventos populares de los fines de semana. Un grupo de residentes locales ayudó a clasificar los desechos en siete tipos de plásticos. Al final del período de dos meses, se recogió un total de 500 kg en plásticos, la mayoría de los cuales eran botellas HDPE para detergentes, agentes blanqueadores y otros productos domésticos. Luego, los plásticos se limpiaron, procesaron y molieron en gránulos, antes de ser transportados a una fábrica de muebles donde se moldearon en un horno grande.
Se utilizaron dos moldes de acero con perfiles y texturas para producir quinientas piezas modulares plásticas, las que posteriormente fueron fijadas con tirantes de acero, completando doce bancas de diferentes longitudes y formas. Todas las piezas fueron creadas de forma idéntica, pero cada una se ha girado en un ángulo específico para crear formas curvilíneas que se asemejan a las ondas de un río. Las vigas curvilíneas también sirven para separar naturalmente a los usuarios y aumentar su privacidad. El diseño es adaptable al ensamblar una variedad de módulos en diversas rotaciones. Junto al color imperfecto del plástico reciclado, la variación de los módulos hace que cada banco tenga una apariencia única.
La fabricación de plásticos reciclados se ha convertido en un fenómeno nuevo en Hong Kong. Tradicionalmente, las bancas públicas se han fabricado con materiales como madera y tela, que se desgastan en algunos años y que deben ser reemplazados, lo que lleva a un mayor desperdicio de material. El plástico reciclado es una excelente alternativa, ya que reduce la producción de plástico virgen y ayuda a construir un ecosistema circular local. El simple montaje de plástico con fijaciones de acero facilita el reciclaje del banco público después de algunos años de uso, en el mismo diseño o en cualquier otra forma.
Las nuevas bancas se ubican en un área pública del Ayuntamiento para que los habitantes de Sha Tin los utilicen libremente y experimenten los beneficios tangibles de los materiales que han reciclado. Tocar e interactuar físicamente con estas bancas recicladas permite a los ciudadanos locales sentir más curiosidad sobre el real significado del reciclaje y su potencial emocionante e ilimitado.
HIR Studio espera que los ciudadanos locales disfruten de las bancas en los próximos años, y que este sentido de pertenencia inspire a más personas a unirse al movimiento aprendiendo cómo reciclar sus desechos diarios. Con una mayor participación de los residentes locales, la cantidad de plástico reciclado aumentaría y, posteriormente, se podrían fabricar más productos y elementos arquitectónicos de plástico reciclado de alta calidad, fortaleciendo la economía circular a largo plazo.